4 de julio de 2010

Una lección de dignidad


Los trabajadores del Metro nos han dado una lección de dignidad difícilmente imaginable aún en tiempos convulsos como los actuales. Eso sí, la maquinaría mediática al servicio de los que manejan el parné no ha dejado de verter su basura descalificativa contra una lucha legítima, justa y perfectamente asumible por otros muchos sectores atacados desde diversos frentes del poder. Y eso es lo que verdaderamente les preocupa, que haya otras huelgas de Metro allende el subterráneo madrileño.

Por ello, la lucha de los trabajadores del Metro es encomiable en este Madrid ahogado de fecales aguas neoliberales, suponiendo un alivio y sobre todo una esperanza de que unidos como pueblo podríamos hacer algo más que asistir pasivos a nuestros recortes en calidad de vida.