4 de julio de 2010

Una lección de dignidad


Los trabajadores del Metro nos han dado una lección de dignidad difícilmente imaginable aún en tiempos convulsos como los actuales. Eso sí, la maquinaría mediática al servicio de los que manejan el parné no ha dejado de verter su basura descalificativa contra una lucha legítima, justa y perfectamente asumible por otros muchos sectores atacados desde diversos frentes del poder. Y eso es lo que verdaderamente les preocupa, que haya otras huelgas de Metro allende el subterráneo madrileño.

Por ello, la lucha de los trabajadores del Metro es encomiable en este Madrid ahogado de fecales aguas neoliberales, suponiendo un alivio y sobre todo una esperanza de que unidos como pueblo podríamos hacer algo más que asistir pasivos a nuestros recortes en calidad de vida.

13 de abril de 2010

Nacinalcatolicismo institucionalizado

Han pasado casi tres años ya de la victoria electoral del PP torrejonero y he de reconocer que me han sorprendido por su capacidad para transformar esta localidad en muchos sentidos. En este caso, me voy a referir a su transformación moral o ideológica más que a su transformación física.
Tal y como cualquier ciudadano torrejonero sabe (regularizado o no, señor Rollán), el Ayuntamiento ha apostado contundentemente por la institucionalización de la religiosidad católica en connivencia con la imaginería militarista y españolista que representan los desfiles militares y la exaltación a la bandera monárquica española. Y lejos de ser criticadas o rechazadas tales prácticas, la ciudadanía ha asumido y aceptado las mismas, como propias de un municipio que no hace mucho tiempo se autodenominaba "de izquierdas", obrero y multicultural y que realmente no hizo mucho caso a estas celebraciones, como usted bien sabe, señor Rollán.
Las procesiones de Semana Santa (7 nada más y nada menos y con paracaidistas cedidos por la "chupiministra" Chacón), pero también las de las fiestas patronales a la Virgen del Rosario o el ya institucionalizado "homenaje a la bandera", son ejemplos de ese nacionalcatolicismo pretérito que el señor Rollán y su corporación han logrado encajar magistralmente a este pueblo "de izquierdas", obrero y multicultural, sin ningún tipo de contratiempo o adversidad.
Lo que es evidente, es que toda esta fastuosidad nacionalcatólica no es un ejercicio de voluntad divina y misericordiosa del todopoderoso, sino que evidentemente procede de las generosas contribuciones de las diversas instituciones públicas que mantenemos a través de nuestro trabajo e impuestos.
Por ello, además de ser una afrenta al principio de aconfesionalidad que debiera regir cualquier institución del Estado, supone una afrenta a la moralidad y al buen uso de los recursos públicos que permiten tal dispendio de fondos que pertenecen al conjunto de la ciudadanía y no solo a los católicos más ortodoxos.
Y es que cada vez que veo todas esas muestras de religiosidad barroca y exhuberante, me pregunto, ¿qué pensará Jesús de Nazareth de todo esto? ¿Desfilaría al son de los paracaidistas, legionarios, capuchinos y caciquillos locales o huiría aterrado ante tal espectáculo?
Como agnóstico, no seré yo el que conteste...

13 de febrero de 2010

El Ministerio del Interior dicta órdenes secretas para la expulsión ’exprés’ de inmigrantes

A partir de ahora los inmigrantes ’sin papeles’, sus abogados, los fiscales, e incluso los jueces, no conocerán cómo aplica e interpreta la Policía la nueva Ley de Extranjería. El Ministerio del Interior ha dictado una circular en la que ordena que los expedientes de expulsión se tramiten «a la mayor brevedad y en el tiempo mínimo imprescindible»... pero también bajo el máximo secreto.

La apostilla sobre la confidencialidad aparece al pie de todas las páginas de la circular, un documento «de uso restringido para unidades de extranjería» y de difusión «prohibida». La polémica orden 1/2010, que se ha distribuido por las comisarías de toda España, lleva fecha del 25 de enero y la firma el máximo responsable de inmigración de la institución, el comisario general de Extranjería y Fronteras, Juan Enrique Taborda Álvarez.

Este secretismo ha sorprendido a los propios mandos policiales. La Administración, en particular la Secretaría de Estado de Inmigración, tiene instrucciones de hacer públicas todas las instrucciones internas que afecten al derecho de defensa de los extranjeros. El propio Defensor del Pueblo viene insistiendo en que todas las órdenes o circulares en esta materia sean publicadas en boletines oficiales para evitar una suerte de ’infraderecho’, ajeno al conocimiento de abogados y jueces.

La circular, que ha levantado por ello ampollas entre los letrados de inmigración, introduce varios puntos controvertidos y, en algunos aspectos, va mucho más allá de lo que establece la Ley de Extranjería, que entró en vigor el pasado 13 de diciembre. Un aspecto llamativo es que Interior insta sin disimulo a obviar los cambios introducidos por la reforma que, precisamente, aporta modificaciones importantes en los procedimientos de deportación. «La reforma de la Ley de Extranjería -afirma el documento- no supone novedad alguna que implique un cambio en la actuación de las unidades de extranjería o de seguridad ciudadana en la vía pública».

Detención «cautelar»

En ese sentido las órdenes son claras: «Detención preventiva» de cualquiera que, aun siendo regular, no pueda acreditarlo en ese momento en la calle. Este arresto «cautelar» tiene el amparo de la nueva ley, pero el legislador (en los artículos 61 y 63) sólo habla de ella como una opción («podrá») no como una obligación. La circular, incluso, introduce una nueva figura jurídica que no aparece en la Ley de Extranjería: la detención «a efectos de identificación».

Interior ordena esas «detenciones cautelares» con carácter previo al expediente de expulsión, sin saber si hay una causa real que la justifique. Es decir, ordena privar de libertad sin conocer todavía si la sanción desembocará en una orden de expulsión, ya que podría terminar en una simple multa.

La Comisaría General hace también una interpretación muy personal sobre cuándo se tramitará un expediente ordinario de repatriación -lo que debe ser la norma general, según la ley- y cuándo el procedimiento será «preferente». El documento invita a usar este último. Así, por ejemplo, el artículo 62.1 de la ley apunta que uno de los aspectos «a tomar en consideración» para que el juez decida el internamiento de un irregular es el «carecer de domicilio». Interior va mucho más allá y decide por su cuenta que hará expedientes ’exprés’ de deport ación cuando el inmigrante tenga domicilio, pero «éste ni sea fijo ni estable, sino temporal o de tránsito».

En el tema del domicilio, Interior va mucho más allá de cualquier normativa. Ordena, sin que exista referencia alguna en las leyes, considerar que hay un «riesgo de incomparecencia» del extranjero -riesgo de fuga- cuando viva con personas que, a su entender, no son muy de fiar. Esto es, son más confiables los irregulares que «convivan con familiares» que aquellos que habiten con «personas diferentes», «si son todos amigos, si algunos amigos y otros conocidos…».

Expulsiones sin pausa

El espíritu de la orden de Interior queda especialmente patente en su preocupación de que haya siempre, las 24 horas del día, alguien en la comisaría con potestad para iniciar «el expediente de expulsión a la mayor brevedad y en el mínimo tiempo imprescindible». Por ello, la circular ordena que en todos los puestos haya «delegación de firma», de tal modo que «en ningún caso y en ningún supuesto pueda esperarse a que llegue o se persone -el funcionario autorizado- para que dicte el acuerdo de iniciación -del expediente de expulsión-». La circular también da consejos para sortear los problemas que puedan plantearles los abogados defensores en los expedientes de expulsión. En los dos últimos años, se ha deportado a 84.460 inmigrantes.

Fuente: Insurgente

¿Guti? No gracias

El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz ha decidido nombrar a unas instalaciones deportivas municipales con el nombre del jugador de fútbol José María Gutiérrez Hernández, más conocido como “Guti”. El hecho de que sea un jugador profesional e internacional de origen torrejonero, es la principal razón esgrimida para conceder dicho honor a esta persona, tal y como se ha hecho ya con otros deportistas locales como Jorge Garbajosa o Javier Limones. Sin embargo, la trayectoria deportiva de “Guti” es ciertamente diferente a la de los otros deportistas mencionados. En el caso de “Guti”, las actitudes prepotentes, vanidosas y chulescas han sido su seña de identidad, tal y como se ha comprobado recientemente en Alcorcón, o hace años en Vila-Real con su actitud irrespetuosa hacia la afición del equipo de esta ciudad.

Si a pesar de conocer sobradamente la trayectoria vital de este jugador, el Ayuntamiento persiste en la idea de conceder el nombre de una instalación deportiva a esta persona, creo que se le hará un flaco favor a los valores y principios que, ante todo, han de primar en el deporte, como son el respeto hacia el contrario y la sana competitividad. Las actitudes de “Guti” no habrían de recompensarse bajo ningún concepto y menos cuando sus acciones tienen una repercusión mediática tan importante, sobre todo entre los más jóvenes. Si queremos potenciar el deporte de base y un espíritu deportivo saludable en la ciudad, desde luego que no es la mejor forma de hacerlo homenajeando a este jugador de fútbol.

Especulación aparcamentística

El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, gracias a la liberalización de las condiciones de adjudicación de plazas de aparcamiento subterráneo en los estacionamientos de: Juncal, Rosario, Torrepista, Fresnos, Barrio Verde, Parque de Cataluña y Veredillas, da vía libre a la actividad especulativa bendecida con fondos y recursos públicos. El afán megalómano y despótico del equipo de gobierno no tiene límites, siendo la construcción de miles de plazas de estacionamiento, tanto en superficie, como subterráneas, una de sus principales bazas electoralistas. Es una realidad constatable, que la masiva presencia de vehículos en las calles es una constante en la mayoría de barrios torrejoneros con todos los problemas que este hecho conlleva. Sin embargo, el gobierno municipal no ha querido plantearse el por qué de tal volumen vehicular ni tan siquiera se ha planteado un estudio de las verdaderas condiciones y necesidades del aparcamiento en el municipio. Con hacer los aparcamientos bastaba, independientemente de las condiciones físicas y socioeconómicas de los distintos barrios, que sabemos, son muy diferentes entre sí.

La construcción de 5.478 plazas de estacionamiento subterráneo “no es moco de pavo” y antes de realizar una inversión y un esfuerzo de esas características, lo mínimo requerible sería haber realizado un estudio integral de la situación del estacionamiento en el municipio, así como un proceso de información y de participación ciudadana que garantice su viabilidad social y económica. Ya sabemos que los procesos de participación ciudadana son engorrosos para los gobernantes y dilatan los proyectos de construcción más allá de las legislaturas. Lo sabemos bien señor alcalde, de hecho, su política municipal es un claro paradigma en este fenómeno.

Pero volvamos a los aparcamientos subterráneos. La eliminación de la restricción de un único estacionamiento por persona física o jurídica, permitiendo de esto modo “comprar las plazas que se deseen”, según palabras del alcalde, es un hecho que si bien no estaba contemplado en un primer momento en el Plan, se ha introducido posteriormente ante la imposibilidad de muchas personas con vehículo propio, de adquirir una en propiedad. Pero la posible falta de demanda de los propios residentes no era óbice para que el consistorio sacara de la chistera la paloma liberalizadora y de este modo permitir que cualquier persona física empadronada o jurídica establecida en Torrejón de Ardoz, independiente de su nivel socioeconómico y su patrimonio, pueda adquirir una plaza de estacionamiento a precio muy inferior al mercado y por supuesto subsidiada con fondos públicos. La especulación se ofrece ahora en bandeja de plata por parte del Ayuntamiento, para todo aquel que aún se quiera subir al carro del pelotazo urbanístico y del desmantelamiento de la res pública.

Es indudable que la jugada del equipo de gobierno ha sido maestra. Nos vendieron la ilusión de una plaza de garaje para todos, pero no nos vamos a engañar, eso no podía ser y ahora, solamente los más pudientes podrán conseguir la suya, gracias a la inestimable colaboración del conjunto de ciudadanía torrejonera. Pero no se preocupen, quizás algún día, puedan comprar o vender alguna de las plazas que ofrezcan los nuevos señores de la especulación “aparcamentística” que se avecina.

Es evidente que se abre la veda a la especulación a costa del patrimonio público. Como siempre, los más pudientes podrán aprovecharse de las circunstancias. Y es que la crisis no va sino aumentar las ya de por sí considerables diferencias socioeconómicas existentes.

Otro aspecto que quería reseñar y que la oposición torrejonera no se ha planteado (PSOE e IU incluidos) es el planteamiento de Torrejón como una ciudad habitable, donde los peatones sean los verdaderos protagonistas y no los coches como hasta ahora. Sabemos que la cuestión "aparcamientos" es un elemento muy electoralista, pero es necesario revertir de una vez la tendencia de una sociedad sobre motorizada. Es necesario un nuevo planteamiento de ciudad, que prime a las personas y la movilidad sostenible por encima de los coches. Y eso incluye la implantación de diversas medidas, como peatonalizaciones, mejora del servicio de transporte público y cómo no, una política más estricta con el uso de los vehículos (restricciones de paso, aumento progresivo del IVTM en función de la cilindrada y del número de vehículos por hogar, implantación de proyectos como el coche compartido público: Carsharing, etc.)

En definitiva, no hay carencia de aparcamientos, sino un exceso de vehículos.

Por un Torrejón sostenible y habitable.

16 de enero de 2010

Golf PoPular

La corporación municipal, como ya hizo en su primer mandato, ha renovado su compromiso con un deporte tan popular y beneficioso al medio natural como es el golf. Y es que nuestro querido alcalde, en su afán de convertir a Torrejón en una: Majadahonda, Pozuelo de Alarcón o Boadilla del Campo cualquiera, subvenciona con el dinero de todos, faltaría más, un deporte con el que tanto el rancio abolengo, como los nuevos riquitos torrejoneros puedan disfrutar de su deporte favorito a un coste muy favorable para ellos. El ayuntamiento, o mejor dicho, todos los ciudadanos, subvencionaremos con más de 200 € al trimestre a cada asistente matriculado al curso ofrecido en la elitista escuela de golf Palacio del Negralejo.

A continuación figuran las tarifas de los cursos oficiales (2009) del club http://www.golfnegralejo.com/pdfs/tarifas2009.pdf y las subvencionadas por el Ayuntamiento, que incluyen 12 clases de una hora semanal los lunes o martes entre las 16:00 y 21:00 horas para los adultos y los sábados o domingos entre las 15:00 y 20:00 horas para los menores de 14 años.

Tarifas club de golf (Trimestre)
326,70 € (lunes a jueves)

Tarifas subvencionadas (Trimestre)
Adultos: 125 € (lunes o martes)
Menores de 14 años: 135 €(sábados o domingos)


Resulta cuanto menos que una aberración, dilapidar recursos públicos de esta manera por parte de un municipio con las necesidades sociales existentes en Torrejón de Ardoz. Es evidente, que el Partido Popular no llegó al poder para realizar una labor de redistribución de la riqueza local, pero resulta cuanto menos que sonrojante que las formaciones denominadas de izquierda en el municipio no hayan mostrado su rechazo a la misma. Pero lo que resulta aún más indignante es que los Ayuntamentos de Rivas-Vaciamadrid y Mejorada del Campo, gobernados por IU-PSOE y PSOE respectivamente, subvencionen al igual que lo hace Torrejón de Ardoz estos cursos de golf.

Con actuaciones como ésta, que prácticamente pasan desapercibidas entre la población, es evidente para qué y para quién gobiernan nuestros políticos.

Enlaces:
http://www.diariodelhenares.com/noticia/32135/madrid/torrejon-de-ardoz/ampliado-el-convenio-con-el-campo-de-golf-del-palacio-del-negralejo-para-que-los-torrejoneros-puedan-practicar-este-deporte-a-precios-mas-reducidos-de-lo-habitual/

http://www.madridiario.es/elperiodigolf/2009/Septiembre/noticias/amateurs/172597/negralejo.html

La maldición blanca


El texto es de 2004 pero, como podemos intuir, su mensaje está plenamente vigente.

La maldición blanca

Eduardo Galeano

El primer día de este año, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.

Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.

Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.

Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.

De la maldición blanca, no se habló.
La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado:

—¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias?

—El anterior.

—Pues, que se restablezca.

Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados.

Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.
A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad.

Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.

En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.
En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.

La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.
Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.

Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.

Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.

Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.
En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso.

Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.

En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares.

Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

Tomado de: Página/12, Buenos Aires, domingo 4 de abril de 2004.

El gol envenenado

Hace más de un año que la polémica normativa de empadronamiento adoptada por el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz se venía aplicando en el municipio. Sin embargo, salvo honrosas excepciones, todo hay que decirlo, ha pasado sin pena ni gloria tanto a nivel local, como por supuesto, a nivel estatal. Y ha sido, "gracias" a la hermana normativa refrendada por el consistorio municipal de Vic, que la normativa torrejonera ha salido a la palestra pública, para sorpresa e incluso indignación de algunos. Como no hay mal que por bien no venga, la xenófoba normativa, puede dirigirse a los estercoleros ideológicos de donde nunca debió salir, gracias a una presión mediática y social que, a mi pesar, no ha sido principalmente endógena.
Los señores Rollán y Vázquez, como máximos responsables en esta materia, metieron un gol por la escuadra a la tolerancia y los derechos humanos fundamentales. Sin embargo, puede que ese gol envenenado, electoralista y sin justificación social ni legal, les resulte insuficiente en el partido que se juega en los tribunales y sobre todo en la calle. Y es que el partido no ha hecho más que empezar señores...