13 de febrero de 2010

El Ministerio del Interior dicta órdenes secretas para la expulsión ’exprés’ de inmigrantes

A partir de ahora los inmigrantes ’sin papeles’, sus abogados, los fiscales, e incluso los jueces, no conocerán cómo aplica e interpreta la Policía la nueva Ley de Extranjería. El Ministerio del Interior ha dictado una circular en la que ordena que los expedientes de expulsión se tramiten «a la mayor brevedad y en el tiempo mínimo imprescindible»... pero también bajo el máximo secreto.

La apostilla sobre la confidencialidad aparece al pie de todas las páginas de la circular, un documento «de uso restringido para unidades de extranjería» y de difusión «prohibida». La polémica orden 1/2010, que se ha distribuido por las comisarías de toda España, lleva fecha del 25 de enero y la firma el máximo responsable de inmigración de la institución, el comisario general de Extranjería y Fronteras, Juan Enrique Taborda Álvarez.

Este secretismo ha sorprendido a los propios mandos policiales. La Administración, en particular la Secretaría de Estado de Inmigración, tiene instrucciones de hacer públicas todas las instrucciones internas que afecten al derecho de defensa de los extranjeros. El propio Defensor del Pueblo viene insistiendo en que todas las órdenes o circulares en esta materia sean publicadas en boletines oficiales para evitar una suerte de ’infraderecho’, ajeno al conocimiento de abogados y jueces.

La circular, que ha levantado por ello ampollas entre los letrados de inmigración, introduce varios puntos controvertidos y, en algunos aspectos, va mucho más allá de lo que establece la Ley de Extranjería, que entró en vigor el pasado 13 de diciembre. Un aspecto llamativo es que Interior insta sin disimulo a obviar los cambios introducidos por la reforma que, precisamente, aporta modificaciones importantes en los procedimientos de deportación. «La reforma de la Ley de Extranjería -afirma el documento- no supone novedad alguna que implique un cambio en la actuación de las unidades de extranjería o de seguridad ciudadana en la vía pública».

Detención «cautelar»

En ese sentido las órdenes son claras: «Detención preventiva» de cualquiera que, aun siendo regular, no pueda acreditarlo en ese momento en la calle. Este arresto «cautelar» tiene el amparo de la nueva ley, pero el legislador (en los artículos 61 y 63) sólo habla de ella como una opción («podrá») no como una obligación. La circular, incluso, introduce una nueva figura jurídica que no aparece en la Ley de Extranjería: la detención «a efectos de identificación».

Interior ordena esas «detenciones cautelares» con carácter previo al expediente de expulsión, sin saber si hay una causa real que la justifique. Es decir, ordena privar de libertad sin conocer todavía si la sanción desembocará en una orden de expulsión, ya que podría terminar en una simple multa.

La Comisaría General hace también una interpretación muy personal sobre cuándo se tramitará un expediente ordinario de repatriación -lo que debe ser la norma general, según la ley- y cuándo el procedimiento será «preferente». El documento invita a usar este último. Así, por ejemplo, el artículo 62.1 de la ley apunta que uno de los aspectos «a tomar en consideración» para que el juez decida el internamiento de un irregular es el «carecer de domicilio». Interior va mucho más allá y decide por su cuenta que hará expedientes ’exprés’ de deport ación cuando el inmigrante tenga domicilio, pero «éste ni sea fijo ni estable, sino temporal o de tránsito».

En el tema del domicilio, Interior va mucho más allá de cualquier normativa. Ordena, sin que exista referencia alguna en las leyes, considerar que hay un «riesgo de incomparecencia» del extranjero -riesgo de fuga- cuando viva con personas que, a su entender, no son muy de fiar. Esto es, son más confiables los irregulares que «convivan con familiares» que aquellos que habiten con «personas diferentes», «si son todos amigos, si algunos amigos y otros conocidos…».

Expulsiones sin pausa

El espíritu de la orden de Interior queda especialmente patente en su preocupación de que haya siempre, las 24 horas del día, alguien en la comisaría con potestad para iniciar «el expediente de expulsión a la mayor brevedad y en el mínimo tiempo imprescindible». Por ello, la circular ordena que en todos los puestos haya «delegación de firma», de tal modo que «en ningún caso y en ningún supuesto pueda esperarse a que llegue o se persone -el funcionario autorizado- para que dicte el acuerdo de iniciación -del expediente de expulsión-». La circular también da consejos para sortear los problemas que puedan plantearles los abogados defensores en los expedientes de expulsión. En los dos últimos años, se ha deportado a 84.460 inmigrantes.

Fuente: Insurgente

¿Guti? No gracias

El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz ha decidido nombrar a unas instalaciones deportivas municipales con el nombre del jugador de fútbol José María Gutiérrez Hernández, más conocido como “Guti”. El hecho de que sea un jugador profesional e internacional de origen torrejonero, es la principal razón esgrimida para conceder dicho honor a esta persona, tal y como se ha hecho ya con otros deportistas locales como Jorge Garbajosa o Javier Limones. Sin embargo, la trayectoria deportiva de “Guti” es ciertamente diferente a la de los otros deportistas mencionados. En el caso de “Guti”, las actitudes prepotentes, vanidosas y chulescas han sido su seña de identidad, tal y como se ha comprobado recientemente en Alcorcón, o hace años en Vila-Real con su actitud irrespetuosa hacia la afición del equipo de esta ciudad.

Si a pesar de conocer sobradamente la trayectoria vital de este jugador, el Ayuntamiento persiste en la idea de conceder el nombre de una instalación deportiva a esta persona, creo que se le hará un flaco favor a los valores y principios que, ante todo, han de primar en el deporte, como son el respeto hacia el contrario y la sana competitividad. Las actitudes de “Guti” no habrían de recompensarse bajo ningún concepto y menos cuando sus acciones tienen una repercusión mediática tan importante, sobre todo entre los más jóvenes. Si queremos potenciar el deporte de base y un espíritu deportivo saludable en la ciudad, desde luego que no es la mejor forma de hacerlo homenajeando a este jugador de fútbol.

Especulación aparcamentística

El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, gracias a la liberalización de las condiciones de adjudicación de plazas de aparcamiento subterráneo en los estacionamientos de: Juncal, Rosario, Torrepista, Fresnos, Barrio Verde, Parque de Cataluña y Veredillas, da vía libre a la actividad especulativa bendecida con fondos y recursos públicos. El afán megalómano y despótico del equipo de gobierno no tiene límites, siendo la construcción de miles de plazas de estacionamiento, tanto en superficie, como subterráneas, una de sus principales bazas electoralistas. Es una realidad constatable, que la masiva presencia de vehículos en las calles es una constante en la mayoría de barrios torrejoneros con todos los problemas que este hecho conlleva. Sin embargo, el gobierno municipal no ha querido plantearse el por qué de tal volumen vehicular ni tan siquiera se ha planteado un estudio de las verdaderas condiciones y necesidades del aparcamiento en el municipio. Con hacer los aparcamientos bastaba, independientemente de las condiciones físicas y socioeconómicas de los distintos barrios, que sabemos, son muy diferentes entre sí.

La construcción de 5.478 plazas de estacionamiento subterráneo “no es moco de pavo” y antes de realizar una inversión y un esfuerzo de esas características, lo mínimo requerible sería haber realizado un estudio integral de la situación del estacionamiento en el municipio, así como un proceso de información y de participación ciudadana que garantice su viabilidad social y económica. Ya sabemos que los procesos de participación ciudadana son engorrosos para los gobernantes y dilatan los proyectos de construcción más allá de las legislaturas. Lo sabemos bien señor alcalde, de hecho, su política municipal es un claro paradigma en este fenómeno.

Pero volvamos a los aparcamientos subterráneos. La eliminación de la restricción de un único estacionamiento por persona física o jurídica, permitiendo de esto modo “comprar las plazas que se deseen”, según palabras del alcalde, es un hecho que si bien no estaba contemplado en un primer momento en el Plan, se ha introducido posteriormente ante la imposibilidad de muchas personas con vehículo propio, de adquirir una en propiedad. Pero la posible falta de demanda de los propios residentes no era óbice para que el consistorio sacara de la chistera la paloma liberalizadora y de este modo permitir que cualquier persona física empadronada o jurídica establecida en Torrejón de Ardoz, independiente de su nivel socioeconómico y su patrimonio, pueda adquirir una plaza de estacionamiento a precio muy inferior al mercado y por supuesto subsidiada con fondos públicos. La especulación se ofrece ahora en bandeja de plata por parte del Ayuntamiento, para todo aquel que aún se quiera subir al carro del pelotazo urbanístico y del desmantelamiento de la res pública.

Es indudable que la jugada del equipo de gobierno ha sido maestra. Nos vendieron la ilusión de una plaza de garaje para todos, pero no nos vamos a engañar, eso no podía ser y ahora, solamente los más pudientes podrán conseguir la suya, gracias a la inestimable colaboración del conjunto de ciudadanía torrejonera. Pero no se preocupen, quizás algún día, puedan comprar o vender alguna de las plazas que ofrezcan los nuevos señores de la especulación “aparcamentística” que se avecina.

Es evidente que se abre la veda a la especulación a costa del patrimonio público. Como siempre, los más pudientes podrán aprovecharse de las circunstancias. Y es que la crisis no va sino aumentar las ya de por sí considerables diferencias socioeconómicas existentes.

Otro aspecto que quería reseñar y que la oposición torrejonera no se ha planteado (PSOE e IU incluidos) es el planteamiento de Torrejón como una ciudad habitable, donde los peatones sean los verdaderos protagonistas y no los coches como hasta ahora. Sabemos que la cuestión "aparcamientos" es un elemento muy electoralista, pero es necesario revertir de una vez la tendencia de una sociedad sobre motorizada. Es necesario un nuevo planteamiento de ciudad, que prime a las personas y la movilidad sostenible por encima de los coches. Y eso incluye la implantación de diversas medidas, como peatonalizaciones, mejora del servicio de transporte público y cómo no, una política más estricta con el uso de los vehículos (restricciones de paso, aumento progresivo del IVTM en función de la cilindrada y del número de vehículos por hogar, implantación de proyectos como el coche compartido público: Carsharing, etc.)

En definitiva, no hay carencia de aparcamientos, sino un exceso de vehículos.

Por un Torrejón sostenible y habitable.